En una fuente de agua cristalina,
me mecìa y daba amor todos los dìas.
La luz hizo dar un grito,
llanto esperado,
que emocionò a mi madre dolorida.
Lleguè luego de tres, la cuarta hija.
Luego llegaron tres mas, te complacìa.
Tus canciones de cuna
llevo grabadas,
en mi recuerdo
de niña consentida.
La llegada de los nietos,
¡dicha perfecta!
que dàn fuerza y energìa en tu vida,
son el reflejo del amor que compartiste
con ellos los domingos en familia.
Estoy cerca de vos,
aunque no me veas,
con el alma y corazón,
todos los dìas.
Y quiero dejarte,
en estos versos,
el agradecimiento
por lo feliz que es mi vida.
Nunca ha de faltar una referencia a la protagonista de nuestros días, ella siempre lo es todo y este poema deja ver el gran amor que os une. Gracias a ella y a todo el mundo que le rodeó y te dio, ha hecho de ti esa persona buena y generosa de la que debe estar muy orgullosa. ¡Eres algo especial Graciela, un ser encantador, te quiero! Y este blog va recopilando un poco de tu alma. Deja que emerja toda y nos regale esos pétalos de amor donde 'tu libador' prepara las mejores jícaras de miel para sentir el dulzor cada día...¡Eres una bella flor, amiga mía y tu hogar es un panal, seguro. Un beso.
ResponderEliminarElisa
Nunca mejor descripto: En una fuente de agua cristalina...
ResponderEliminarAndres